sábado, 14 de septiembre de 2013

Kitty, Daisy & Lewis - Smoking in haven (2011)

Smoking in haven

Extremadamente jóvenes (Kitty, 15; Lewis, 18; Daisy, 20 años) y llenos de talento, aparecen en la escena inglesa sin llamar mucho la atención.
Por ALEJANDRO ARTECHE

Ahí los tienes a los tres. Monísimos, hechos un pincel con su ropita vintage. Son como muñequitos de tarta de cumpleaños vestidos de rockabillys cincuenteros. Ves la portada de su primer disco y parece una recopilación de la Sun records o una reedición de un grupo desconocido de Kentucky que no llegó a triunfar hace 60 años y que algún loco ha descubierto y ha vuelto a poner en circulación, pero no. Kitty, Daisy y Lewis, los tres hermanos Dorham, son de este siglo, adolescentes menores de edad y vienen de Londres.


Entre toda la revolución sesentera y soulera que asola Inglaterra en estos momentos, la aparición de un trío rockabilly en el más puro estilo de los años 50 ha explotado en la escena musical inglesa como una carga de profundidad. El Reino Unido ha tenido gran tradición de bandas rockanroleras, sobre todo en los 80, con grupos que cuidaban el sonido y la estética vintage como Roman Holliday, o Boot hill foot tappers.

La película nos la han vendido muy bien. Tres hermanos menores de edad amantes del rock n roll y la estética cincuentona, que compran su ropa en tiendas vintage y van vestidos siempre como si vivieran en un 'rebelde sin causa' non stop.

Además, los chicos (la menor tiene sólo 14 años) son coleccionistas compulsivos de discos de 78 rpm de rockabilly y tienen la cultura musical suficiente para atreverse a versionear a Muddy Watters o adaptar al rockabilly a los Canned Heat en el maravilloso y energético 'Going up the country' que abre su primer disco.

Por si fuera poco, los mocosos tocan la batería, contrabajo, guitarra, piano... Vale. O estos niños son unos superdotados o aquí huele a muerto y yo no he sido. Indagando un poco descubrimos que, en directo, junto a ellos llevan como músico de acompañamiento a... ¡su madre! Claro que su madre no es una madre cualquiera, la buena mujer fue batería en los primeros 80 de los Raincoats, uno de los cientos de grupos punk que asolaron Inglaterra y en el que entró como sustituta de la española Palm Olive, que se fue a tocar con las Slits. De los Raincoats tambien salió gente que luego formó parte de grupos básicos como los Barracudas o PIL.

Vale que por parte de los padres pueden haber heredado toda la cultura musical y que algo hayan influido en su estética. No es lo mismo que, cuando eres pequeño, tus padres te pongan discos de Julio Iglesias, que crezcas escuchando a Elvis, Sex Pistols o Stray Cats entre chupas de cuero y crestas, que entre zapatos castellanos y lacostes. También es cierto que, normalmente, los hijos de padres modernos, por rebeldía, salen ultraconservadores, pero hay veces en que la norma se rompe.

Yo quiero creer que, aunque influenciados por sus padres, Kitty, Daisy y Lewis han formado el trío porque les gusta la música que hacen. Nadie se pone a formar un grupo y tocar el ukelele, contrabajo, batería de pie, piano, guitarra, armónica, steel guitar (sí, los chicos tocan todo eso y más) obligados.

Una pista fundamental para descubrir cuando alguien hace algo forzado o por pose es su forma de vestir. Un tupé, un traje de los 50, unos zapatos bicolores, una falda con cancàn... Eso, si no lo llevas creyendo en la ropa y en lo que representa, canta a tongo desde kilómetros y con estos chicos esto no ocurre.




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